Finca Fuente Techada, la casa y el entorno
La finca Fuente Techada está situada al pie del Parque Natural del Guadarrama, en el municipio de Sotosalbos. Tiene 11 hectáreas abundantemente arboladas por fresnos y robles, una laguna de 2.500m2, y está atravesada por dos arroyos. Sus vistas inigualables de la sierra de Guadarrama, con la iglesia románica de San Miguel de Sotosalbos y el monasterio cisterciense de Santa María de la Sierra al fondo, hacen de este lugar un paraíso para el descanso y el disfrute de la naturaleza.
Fuente Techada es el resultado de años de ilusión por vivir en el campo y poder compartir una casa singular, bonita y cómoda con otras personas amantes de la belleza, del arte y de la naturaleza. Damos la bienvenida a todos aquellos que aprecien el silencio, la sencillez, o que incluso tengan ganas de hacer nuevos amigos en alguna interesante tertulia.
La casa gira en torno a un pequeño patio cubierto, lleno de plantas y rodeado de una luminosa galería. Tiene un salón con biblioteca para estar, disfrutar de la chimenea, escuchar música, leer, un salón de actividades y celebraciones, con una capacidad para 20 personas y un tercer salón de juegos. La zona exterior está coronada por un magnífico porche de madera (s. XVII) con unas vistas inigualables, integrado en el campo.
La construcción se ha llevado a cabo tratando de maximizar la sostenibilidad, y la recuperación de materiales de antiguas edificaciones. Es interesante ver cómo se han reciclado elementos de antiguos edificios, como las ventanas de la primitiva maternidad de O’Donell de Madrid, las puertas interiores provienen de casas de los barrios de Salamanca y Chamberí de Madrid, algunas de la Casita del Príncipe de La Granja, los herrajes, de aquí y de allá, la acera, del paseo de la Isla de Burgos,.. las vigas de los porches del desaparecido monasterio de La Laura (s. XVII) de Valladolid, sostenidas por pies derechos provenientes de la rehabilitación del edificio del Tío Pepe de la Puerta del Sol de Madrid y por vigas de olmo y enebro de antiguas portadas de la zona.
La piscina tiene unas vistas únicas. Sencilla, soleada, se integra en el paisaje y alivia los rigores estivales.
Con el mismo cariño se ha cuidado la finca, recuperando fresnos y robles, plantando encinas, madroños, avellanos, guindos, acebos,.. al objeto de proporcionar alimento principalmente a aves. Las burritas Malva y Mora -y su hija Frambuesa- y nuestro caballo Amigo se encargan de mantener la vegetación allá donde no alcanza la segadora. Nina y Teo, nuestros mastines, nos acompañan y siempre dan la bienvenida.